Hubo una época en que muchos de nosotros creíamos que el alcohol era lo único que podía hacernos la vida tolerable, y ni si quiera podíamos imaginar como sería la vida sin alcohol. Hoy en día, en una forma extraña y milagrosa, no sentimos en absoluto que nos hubiera privado de algo. Sentimos, por el contrario, que una nueva dimensión ha sido agregada a nuestras vidas. Tenemos nuevos amigos, nuevos horizontes y nuevas actitudes. Después de años de desesperación y frustración muchos de nosotros sentimos que hemos empezado a vivir por primera vez. Nos ayuda compartir nuestra vida con cualquiera que aún esté sufriendo de alcoholismo, como una vez sufrimos nosotros, y que esté buscando un camino desde la oscuridad hacia la luz.
Se le ha llamado al alcoholismo el problema de la salud Nº 4. Se calcula que millones de hombres y mujeres continúan sufriendo, tal vez innecesariamente, debido a esta enfermedad progresiva. Como miles de a.as., nos alegramos de la oportunidad que se nos presente de compartir nuestras experiencias con cualquiera que busque ayuda. Nos damos cuenta de que nada de lo que podemos decir tendrá significado y efecto hasta que el alcohólico mismo esté dispuesto a admitir, como una vez lo hicimos nosotros, que el alcohol lo ha derrotado y que necesita y quiera ser ayudado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario