domingo, 2 de noviembre de 2014

LO QUE HEMOS APRENDIDO SOBRE EL ALCOHOLISMO

Lo primero que hemos aprendido sobre el alcoholismo es que es uno de los problemas mas antiguos en la historia del hombre. Recientemente hemos conseguido beneficiarnos con nuevos enfoques sobre este problema. Los médicos, por ejemplo, saben hoy más sobre alcoholismos que sus predecesores hace solamente dos generaciones. Están empezando a definir el problema y a estudiarlo en sus detalles.
Si bien no hay una definición formal de A,A, sobre el alcoholismo, casi todos estamos de acuerdo en que, para nosotros, puede ser clasificado como una compulsión física aparejada a una obsesión mental. Es decir, sabemos que tenemos un deseo físico definido de beber alcohol por encima de nuestra capacidad para controlarlo, y pugna con todas las reglas del sentido común. No solo tenemos un deseo anormal por el alcohol sino que frecuentemente hemos sucumbido a este deseo en los momentos mas inoportunos. No sabemos cuando, o cómo, dejar de beber. Frecuentemente no parecíamos tener el suficiente sentido común para no saber cuando no empezar a beber.
Como alcohólicos hemos aprendido la dura lección de que la fuerza de voluntad solamente, aunque fuera para otras cosas, no ha bastado para mantenernos sobrios. Hemos tratado de no beber por periodos de tiempo determinados. Hemos hecho solemnes promesas, cambio de marcas y de bebidas. Hemos tratado de beber solamente a ciertas horas. Pero ninguno de nuestros planes dio resultados. Hemos concluido, tarde o temprano, por emborracharnos cuando no deseábamos hacerlo y cuando teníamos razones e incentivos para no beber. Hemos pasado por periodos de negra desesperación cuando estábamos seguros que había algo anormal en nosotros mentalmente. Hemos llegado a despreciarnos a nosotros mismos por no valorarse nuestra inteligencia y oportunidades y por el dolor y por las dificultades que ocasionamos a nuestros familiares y a otras personas. Frecuentemente nos dejamos dominar por la lástima hacia nosotros mismos, y asegurarnos que no había nada que pudiera ayudarnos jamás. Podemos sonreír a ante estos recuerdos, pero en ese tiempo eran terribles y trágicas experiencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario