Dónde encontrar A.A.
La ayuda es fácil de obtener en la mayoría de los pueblos, suburbios y ciudades (en donde se encuentran a menudo muchos grupos locales de A.A.). En las áreas rurales, los miembros conducen alegremente largas distancias si la reunión no se efectúa en las cercanías.
Los que se ven incapacitados físicamente para asistir a las reuniones, y los que residen lejos de cualquier grupo de A.A. pueden, sin embargo, disponer de ayuda. Una miembro de la región medioeste, después de sufrir un accidente, se creyó aislada. “Tenía que quedarme en un sillón de ruedas, y sabía que estaría así durante muchos meses. Por eso escribí a la Oficina de Servicios Generales de A.A., diciéndoles que me gustaría mantener correspondencia con otros miembros. Empecé a recibir una lluvia de cartas. Creía que no tenía ni siquiera un amigo en todo el mundo, y de repente los tenía en todas partes. Lo más estupendo es que, a través de Dios y Alcohólicos Anónimos, podemos extender la mano de la hermandad por correo. Muchas mujeres escriben con sus problemas personales; los discutimos. Nos ayudamos unas a otras — en realidad, estoy recibiendo más que nadie.”
Los Solitarios (o Miembros Solitarios) de A.A. cuentan con las cartas, con el boletín Loners Internationalists Meeting (en inglés) — una reunión por correo — y a veces con la palabra hablada (a través de grabaciones), como sustitutos para encontrarse con los demás miembros. Disponen también de otro recurso importante — la literatura de A.A. (los títulos aparecen en una lista en este folleto), particularmente, los libros Alcohólicos Anónimos (el Libro Grande) y Doce Pasos y Doce Tradiciones.
Los Doce Pasos (reproducidos en su totalidad en la página 29), que a menudo se mencionan en las historias que acabas de leer, y sobre los que se discute regularmente en las reuniones, son el corazón del programa de A.A. No están basados en mera teoría; los primeros miembros de la Comunidad analizaron juntos lo que habían hecho para ponerse sobrios y mantener su sobriedad. Los Pasos son un resumen de su experiencia, y sirven de guía hacia la recuperación espiritual que hoy en día surte efecto para más de un millón de alcohólicos.
Sí, A.A. es un programa espiritual pero no un programa religioso. Aunque se menciona a Dios en los Pasos, a Su nombre siempre le siguen las palabras “como nosotros Lo concebimos,” dejando así que todo miembro individual lo interprete a su manera. Cuando oyes a los A.A. agradecer a un Poder Superior el haberles dado la sobriedad que no podían lograr por sí mismos, la mayoría de ellos se refieren a Dios. No obstante, algunos expresan su gratitud al poder superior que representan su propio grupo o la Comunidad en su totalidad, por haberles capacitado para hacer lo que solos no podían.
En otras palabras, los enfoques religiosos de los miembros no tienen mayor importancia para su pertenencia a la Comunidad de lo que lo tienen su edad, sexo, raza o nacionalidad. En la apertura de la mayoría de las reuniones de A.A., oirás palabras que significan precisamente esto: “El único requisito para hacerse miembro de A.A. es el deseo de dejar la bebida.” Para el alcohólico activo, la apremiante necesidad es dejar de beber. El programa de A.A. empieza con esta necesidad esencial — y luego sigue mucho más allá.
¿Cómo encuentran las mujeres su camino hacia A.A.’? Si has tomado este folleto en una reunión, yaestás con nosotros, y te damos cordialmente la bienvenida. En muchos pueblos, el número de teléfono de A.A. está en la guía de teléfonos, y puedes llamar para enterarte de los lugares y las horas de las reuniones. Muchas mujeres asisten a su primera reunión en el hospital, la prisión o la institución de tratamiento en que se encuentran. Otras son dirigidas hacia A.A. por consejeros en sus escuelas o lugares de empleo. Muchas son enviadas por médicos, siquiatras o clérigos; otras son puestas en contacto con A.A. por amigos familiarizados con el programa. (Aunque se supone que, fuera de la Comunidad, los miembros respetan cuidadosamente el anonimato de sus compañeros, la mayoría de ellos desean informar a su familia y sus amigos íntimos sobre su propia pertenencia a A.A.)
Si no dispones de ninguno de estos medios para ponerte en contacto con A.A., lo puedes hacer escribiendo a Box 459, Grand Central Station, New York, NY 10163. Esta es la dirección de correos de la Oficina de Servicios Generales de A.A., que te enviará a petición, información específica sobre A.A. en, o cerca de tu ciudad de residencia.
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